Te deseo sabiduría de vivir mientras llega lo que estás esperando. Paciencia. Sabe que ya está aquí

Nos han enseñado y estamos muy acostumbrados a esperar a tener algo para empezar a disfrutar de nuestra vida, de nuestra existencia.

Nos movemos con la costumbre de tener algo exterior para poder ser felices: “Cuando sea mayor”, “cuando termine los estudios”, “cuando me case”, “cuando tenga un buen trabajo”, “cuando llegue el fin de semana”, “cuando me compre mi casa”, “cuando tenga el coche que más deseo”, “cuando lleguen las vacaciones”, “cuando ya no vea al mal encarado de mi jefe”, “cuando me compre ese vestido”, “cuando tenga el móvil de última generación”, “cuando me jubile”, “cuando vengan mis nietos a verme”, “cuando tengamos la cena de familia”, “cuando recupere mi salud”, “cuando salga del hospital”, “cuando tenga más días en mi vida”… Y un largo etcétera que podríamos completar cada uno de nosotros.

Solemos esperar algo exterior, principalmente material, para poder sentirnos felices y afortunados. No sabemos darle prioridad e importancia al hecho de estar vivos, ya sea de la forma que sea. Quizá no tengamos nuestro cuerpo completo, o quizá no estemos muy bien de salud. Pero tal vez estemos completamente sanos y con un cuerpo que funciona muy bien. ¿Qué importancia y agradecimiento damos por estos hechos? Sólo los llegamos a valorar cuando no están, cuando fallan, cuando se presenta una enfermedad grave, o cuando nuestra vida corre peligro de extinguirse. Entonces seríamos capaz de dar lo que fuera con tal de recuperarlos.

Hemos sido conducidos y enseñados a estar esperando algo para poder disfrutar y alegrarnos. Pero esto nunca tiene fin; siempre habrá algo que no tengamos y por lo que nos haga sentir incompletos. De esta forma siempre estaremos esperando algo. Da igual lo que tengamos; nunca será suficiente.

Si logramos romper este círculo vicioso, le estaremos enseñando a nuestra mente a funcionar de una forma distinta. Le diremos que ahora se centre en todo lo que sí tenemos en realidad y que, en línea con los deseos de nuestro corazón (alma), lograremos manifestar lo que pretendemos tener, ser, o hacer en nuestras vidas, sin dejar de disfrutar el aquí y el ahora, que es un momento eterno y el único que existe.

Centra tu atención en lo que sí tienes, eres o haces, disfrútalo y agradécelo. Muy probablemente haya más de una persona que lo quisiera en su vida.

Esto cambiará tu estado emocional y tendrás más de lo mismo. Tu ser se estará ajustando y alineando con esas energías para atraer más a tu vida humana. Pero si estas emociones son negativas, de igual forma estarás alineándote con ellas y tendrás más resultados negativos.

De aquí vienen los conceptos de La ley de la Atracción. Yo le llamo Nuestra capacidad de manifestación y materialización.

Nos han enseñado primero a tener (algo que deseamos), para luego hacer (lo que más amamos), y luego ser (felices y alegres).

Pero los campos universales absolutos funcionan de otra manera, y es, primero ser (feliz y alegre), para hacer (lo que queramos), y después tendrás (todo lo que desees).

Más que creer, necesitas confiar en que todo lo que estés deseando ya es tuyo. Vívelo y disfrútalo como si ya estuviera aquí, y el resultado será que tendrás, serás y harás todo lo que quieras en tu vida.

No olvides que es muy importante que tu corazón (alma), y mente estén perfectamente alineados.

Sé paciente y no dejes de disfrutar. Como dice mi madre “la paciencia todo lo alcanza”.

Todo ya es tuyo, sólo déjalo entrar en tu vida confiando en que es así.

Gracias por estar ahí.

“Q-La Vida”

Luis Montoya Birrueta

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