Un “creo que…” “pienso que…”, es una creencia, y una creencia es una CREACIÓN. Tú escoges qué creer;
- Luis Montoya Birrueta
- 5 dic 2017
- 2 Min. de lectura

No te puedes imaginar la enorme cantidad de veces que usamos la expresión “yo creo que…”, o también “pienso que…” seguida de algo negativo. Por ejemplo, “yo creo que eso es imposible”. “Creo que no todos tienen esa suerte”. “Yo creo que eso nadie lo logra”; y un larguísimo etcétera.
También expresiones tales como “pienso que no es posible”. “Pienso que tardaré mucho en conseguirlo”. “Pienso que eso es para personas inteligentes, y yo no lo soy”. “Pienso que jamás podré llegar a su nivel”. Y aquí también podemos continuar con otras tantísimas expresiones que forman parte de nuestra vida diaria.
Sin embargo, no somos conscientes del poder de creación que hay detrás de esas palabras, que como lo he dicho, suelen ser negativas en todos los casos prácticamente. Y como consecuencia de esto, nos encontramos con una vida que no nos gusta, con limitaciones por todos lados, carencias, frustraciones, resignaciones, apatía, y solo vemos pasar los días unos detrás de otros, esperando a nada.
¿Por qué pasa esto? ¿Es culpa de la buena o la mala suerte? ¿Somos víctimas de un castigo y por eso nos va mal?
Simplemente se trata de hacer un uso adecuado, o no, de una herramienta que disponemos todos, pero que por conveniencia de los que están controlando a la humanidad, no nos enseñan a usar abiertamente, y sin ningún tipo de envidia.
Verás, las palabras que salen de nuestra boca, así como aquellas que se quedan dentro de nosotros en la forma de pensamientos, están impregnadas de energía creadora y a la vez son energía creadora. Es decir, cada vez que las emitimos, estamos moviendo el campo cuántico del Universo, para que después queden materializadas en nuestras vidas. Estaremos usando la energía del pensamiento, para manifestar y crear lo que tendremos en la vida a continuación.
Por lo que todos esos pensamientos se convierten en creencias, y estas creencias estarán creando a su vez. Entre mayor sea la intensidad con la que sintamos tales creencias, así será el grado y prontitud de su manifestación en nuestras vidas.
Si usamos las creencias con limitaciones, miedos, carencias, desamor, etc., ese será el resultado en la vida, y si las mantenemos día y noche, sintiéndolas intensamente, esas serán las experiencias negativas que tendremos, es decir, todas aquellas que en realidad no queremos. Esta suele ser la tónica de nuestra vida, pensar con pobreza, limitación, carencia, miedo, etc.
¿Por qué hay personas que sí logran sus objetivos? ¿Por la buena suerte? En lo absoluto; ellos(as) lo consiguen ya que siempre creyeron que era posible, aunque nadie más lo hiciera.
La clave está en creer que eres capaz, que puedes ser, hacer o tener absolutamente todo lo que desees, pero es crucial que no dejes activa ninguna creencia (pensamiento o grupo de pensamientos) que te diga que no lo eres.
A fin de cuentas, eres tú el último, la última que elige qué pensar, qué creer, y si modificas esas creencias y las diriges hacia las experiencias que te gustaría tener en tu vida, así será. ¡No lo dudes ni un instante!
Recupera tu poder.
Gracias por estar ahí.
Te amo.
“Q-La Vida”
Luis Montoya Birrueta
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