Tu mente es una herramienta increíble que está para ti. Tú no estás pensando, es tu mente la que pie
- Luis Montoya Birrueta
- 9 abr 2018
- 2 Min. de lectura

Cuando nos vemos frente a un espejo decimos que ahí estamos nosotros, que somos ese cuerpo que se ve reflejado. Pues ese cuerpo es solo una parte de nosotros, es decir, hay componentes de nuestro ser que no se ven, pero que están formando parte para que podamos tener esta experiencia humana. No profundizaré más en esto por ahora.
Verás, en esos componentes de nuestro ser, hay un algo que se llama mente y que está disponible para que la usemos de la forma que deseemos.
Ésta no se ve, pero tiene efectos muy importantes en nuestras vidas, y lamentablemente no aprendemos a usarla para que sea constructiva en lugar de destructiva.
La mente es una parte de nosotros, así como una mano lo es para el cuerpo, es decir, cuando decimos “esta es nuestra mano”, la estamos identificando como un elemento del cuerpo, más no como la totalidad de éste.
Cuando somos pequeños, poco a poco vamos aprendiendo a utilizar esa mano, siendo lentos y torpes nuestros movimientos al principio. Luego, con la práctica, vamos afinando la forma en que usamos nuestra mano, llegando a realizar verdaderos prodigios como resultado de la perfección sobre su uso.
Esa mano podría ser una herramienta increíble para nosotros, pero si no la usamos adecuadamente, nos podríamos hacer daño con ella, entonces sería destructiva en lugar de constructiva.
La mente, como lo hemos dicho, es una parte de nosotros y su actividad primordial es la de pensar. Tales pensamientos tienen efectos en nuestra vida, tales como generar emociones, conjeturas, razonamientos, así como intervenir en el campo cuántico para manifestar y materializar las vivencias (experiencias) que tendremos después.
Durante nuestro crecimiento, cada vez la vamos usamos más y más, y nos adentramos en ella, hasta tal punto que “nos convertimos” en ella, es decir, nos perdemos en ella y llegamos a considerar que todo nuestro ser es el que piensa; solemos decir, “yo pienso que…”, “yo creo que…”, y al decir ese yo, estamos agrupando todo nuestro ser a un solo compuesto.
Pero no sabemos hacerlo de otra forma, ya que nunca nadie nos enseñó a identificarla, a usarla, a sacarle el máximo provecho, a silenciarla cuando lo deseáramos.
Y aquí estamos; llegó el momento de hacerlo y aprender a utilizarla o no cuando nosotros lo deseemos, más no que nos lleve a ese huracán de pensamientos. Llegó el momento de identificar que la mente es una herramienta y un componente más de nuestro ser, más no la totalidad de nosotros. Llegó el momento para que la conduzcas y guíes para que funcione como de verdad quieres.
Recuerda que la mente es la que piensa, y tú le indicarás que lo haga de la forma en que desees.
Ahí la tienes; está para ti; es fantástica la forma en que funciona. Tú tienes la capacidad y poder para usarla a tu favor cuando lo desees.
Gracias por estar ahí.
Te amo.
“Q-La Vida”
Luis Montoya Birrueta
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